viernes, 13 de marzo de 2009

Úbeda versus Sydney


Úbeda, Baeza y Baltimore saben a aceite de oliva. A sol. A calles empedradas por romanos, moros, visigodos. A cabinas con patas. A andrajos. A iglesias desamparadas. A deseo. A terrazas de verano. A besos a todas horas. A vino. A se fue. A espejos monumentales. Sabe a escritores chilenos, tristes, exagerados. A camareros desconcertados. A fuentes y leones y puertas de la luna. A gatos hambrientos. A allanamiento de mirada. Sabe a patios, a ropa tendida, a macetas y a geranios. Ea.


Regalo besos de calles estrechas para todos, en especial para los austral(opitecus): os extraño.

A.

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