lunes, 19 de mayo de 2008

En Roma (I)


El botones
No me reconozco en el espejo de este hotel...
¿Recepción?
Llamo de la habitación 316.
Que alguien me cambie de cuerpo inmediatamente.

Las Vegas
Querer tocar el alma de una ciudad en cuatro días es un desastre asegurado,
como el de los que se casan de borrachera en Las Vegas disfrazados de Elvis y Marilyn.

Callejeros
Ahora toca un músico en la calle
pide la voluntad
Se equivoca de público,
yo nunca tuve de eso:
mis actos son involuntarios
como algunos penaltis
como los tics nerviosos
como la respiración
como la necesidad
que
tengo
de dejar
esta pérdida de años
y aparecer
en la puerta de tu casa
Ding
Dong

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