martes, 25 de marzo de 2008

Ser y permanecer

Cuando me encontraba encima de aquella roca a varios metros del mar y a cientos de la civilización pensaba que aquello era lo que quería de verdad, la barbarie me había encandilado, no quería volver, pero no es que no quisiese volver a la ciudad maldita, es que no quería volver a ningún sitio, ansiaba y deseaba fundirme en aquella roca, ser parte de aquel paisaje para poder ver cada día aquella increíble puesta de sol, quería formar parte de la mama tierra, nada más importaba en esos momentos, sólo ser naturaleza. No podéis imaginar lo que me costó levantarme de allí, aquello significaba que todo se acababa y no quería, dejar aquella roca no fue sólo dejar el lugar fue dejarlo todo atrás, todo lo que habíamos vivido se estaba esfumando en cuestión de segundos, ya no quedaba nada, según iba desapareciendo el sol iba apareciendo esa realidad que tanto odiamos.
(Fragmento de Diario de unas vacaciones por Karla Moro)

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